Inteligencia Emocional
¿Qué es la inteligencia emocional? ¿Cómo sería un lugar de trabajo
emocionalmente efectivo? ¿Cómo debe ser la relación de un jefe con
su subordinado?
Estos contenidos han sido extraídos de la entrevista realizada a MarMarc
Brackett en el diario "El País" en su edición del pasado 24 de
febrero 2019. Leer entrevista
completa. MarMarc Bracketts,
pionero en el tema de Inteligencia Emocional, es psicólogo, director y
fundador del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale.
¿Qué es la
inteligencia emocional?
Lo definimos como una serie de
habilidades que nos ayudan a razonar con nuestros sentimientos y sobre nuestros
sentimientos. Utilizamos el acrónimo RULER, en
inglés, para describir esas habilidades. Se trata de reconocer emociones en
otra gente o en uno mismo (recognizing); comprender las causas (understanding)
y etiquetar esas emociones (labeling); tener un lenguaje para expresar y
describir emociones (expressing), y, por último, regular esos
sentimientos (regulating).
¿Cómo contribuye la
inteligencia emocional en el desempeño profesional?
Las emociones en el lugar de trabajo
funcionan como en el colegio. La gente tiene habilidades cognitivas para hacer
el trabajo, pero les faltan habilidades emocionales. Saber, por ejemplo, cómo
dirigir una reunión de trabajo, cómo inspirar a un equipo, cómo hacer una
presentación buena, cómo manejar un conflicto. Desde nuestra perspectiva, las
habilidades de inteligencia emocional son de una importancia crítica para el
éxito en el puesto de trabajo, y también para la búsqueda de empleo. Las
relaciones humanas son cruciales en el trabajo.
¿Cómo sería un lugar
de trabajo emocionalmente efectivo?
Lo primero es saber cómo se siente la
gente. Si no sé que la gente aquí se siente poco respetada, poco valorada o
desconectada, pierdo muchísima información. Así que lo primero es preguntar a
la gente cómo se siente. Debes dejarles expresar sus sentimientos y no
tomártelo de manera personal. Seguro que yo he hecho cosas en el pasado que han
provocado a la gente sentirse incómoda. Necesito saberlo, porque lo último que
quiero es que alguien que trabaja en mi equipo tenga sentimientos negativos
sobre mí. Eso va a sabotear la organización.
Una vez sabemos cómo se siente la gente,
es importante preguntar cómo quiere sentirse. ¿Qué hace cada día una persona
para sentirse más conectada? ¿Cuál es la última vez que le dijiste a alguien
que le aprecias, la última vez que ofreciste ayuda? Es importante ayudar a la
gente a desarrollar las habilidades de inteligencia emocional, a manejar sus
emociones de manera más efectiva. Hay muchas maneras de mejorar emocionalmente
un lugar de trabajo, pero todas tienen que ver con interesarse por cómo se
siente el individuo, averiguar cómo se quiere sentir el grupo y apoyar a cada
persona a desarrollar las habilidades que necesita para gestionar sus
sentimientos. Hemos demostrado en nuestras investigaciones que las habilidades
emocionales del supervisor tienen un correlato con cómo se siente la gente en
el trabajo. Se siente más inspirada cuando trabaja en una organización donde
hay un líder con inteligencia emocional. Piénselo: si trabaja para un
supervisor con poca inteligencia emocional, ¿va a dirigirse a él cuando tenga
un problema?
¿Cómo debe ser la
relación de un jefe con su subordinado?
Si la gente no me ve como alguien accesible, no sentirá que estamos en el
mismo equipo. Aquí, por ejemplo, todo el mundo sabe que soy el jefe. Hace falta
claridad. La gente tiene que saber que yo tomaré ciertas decisiones porque soy
el jefe. Es importante la transparencia en el liderazgo. Hay quien cree que el
hecho de que la gente sepa cómo te sientes te hace más débil. Para mí, ayuda a
construir relaciones y, si creo que es bueno que estemos conectados, inspirados
y apoyados, es mi responsabilidad como jefe ser parte de eso. Eso determinará
cómo hablo a la gente, cómo me implico cuando hay conflictos. Tiene que ver con
cómo asignamos las tareas. Si la gente pide mayor equilibrio, debes respetar
sus vidas personales y no escribirles mensajes por la noche en fin de semana.
Si trabajas en Wall Street, aceptas el hecho de que trabajarás los fines de
semana. En la academia, por ejemplo, es diferente. Pero debe haber claridad.