viernes, 22 de marzo de 2019

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL


Inteligencia Emocional
¿Qué es la inteligencia emocional? ¿Cómo sería un lugar de trabajo emocionalmente efectivo? ¿Cómo debe ser la relación de un jefe con su subordinado? 
Estos contenidos han sido extraídos de la entrevista realizada a MarMarc Brackett en el diario "El País" en su edición del pasado 24 de febrero 2019. Leer entrevista completa. MarMarc Bracketts, pionero en el tema de Inteligencia Emocional, es psicólogo, director y fundador del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale.

¿Qué es la inteligencia emocional? 
Lo definimos como una serie de habilidades que nos ayudan a razonar con nuestros sentimientos y sobre nuestros sentimientos. Utilizamos el acrónimo RULER, en inglés, para describir esas habilidades. Se trata de reconocer emociones en otra gente o en uno mismo (recognizing); comprender las causas (understanding) y etiquetar esas emociones (labeling); tener un lenguaje para expresar y describir emociones (expressing), y, por último, regular esos sentimientos (regulating).

¿Cómo contribuye la inteligencia emocional en el desempeño profesional? 
Las emociones en el lugar de trabajo funcionan como en el colegio. La gente tiene habilidades cognitivas para hacer el trabajo, pero les faltan habilidades emocionales. Saber, por ejemplo, cómo dirigir una reunión de trabajo, cómo inspirar a un equipo, cómo hacer una presentación buena, cómo manejar un conflicto. Desde nuestra perspectiva, las habilidades de inteligencia emocional son de una importancia crítica para el éxito en el puesto de trabajo, y también para la búsqueda de empleo. Las relaciones humanas son cruciales en el trabajo.

¿Cómo sería un lugar de trabajo emocionalmente efectivo? 
Lo primero es saber cómo se siente la gente. Si no sé que la gente aquí se siente poco respetada, poco valorada o desconectada, pierdo muchísima información. Así que lo primero es preguntar a la gente cómo se siente. Debes dejarles expresar sus sentimientos y no tomártelo de manera personal. Seguro que yo he hecho cosas en el pasado que han provocado a la gente sentirse incómoda. Necesito saberlo, porque lo último que quiero es que alguien que trabaja en mi equipo tenga sentimientos negativos sobre mí. Eso va a sabotear la organización.
Una vez sabemos cómo se siente la gente, es importante preguntar cómo quiere sentirse. ¿Qué hace cada día una persona para sentirse más conectada? ¿Cuál es la última vez que le dijiste a alguien que le aprecias, la última vez que ofreciste ayuda? Es importante ayudar a la gente a desarrollar las habilidades de inteligencia emocional, a manejar sus emociones de manera más efectiva. Hay muchas maneras de mejorar emocionalmente un lugar de trabajo, pero todas tienen que ver con interesarse por cómo se siente el individuo, averiguar cómo se quiere sentir el grupo y apoyar a cada persona a desarrollar las habilidades que necesita para gestionar sus sentimientos. Hemos demostrado en nuestras investigaciones que las habilidades emocionales del supervisor tienen un correlato con cómo se siente la gente en el trabajo. Se siente más inspirada cuando trabaja en una organización donde hay un líder con inteligencia emocional. Piénselo: si trabaja para un supervisor con poca inteligencia emocional, ¿va a dirigirse a él cuando tenga un problema?

¿Cómo debe ser la relación de un jefe con su subordinado? 

Si la gente no me ve como alguien accesible, no sentirá que estamos en el mismo equipo. Aquí, por ejemplo, todo el mundo sabe que soy el jefe. Hace falta claridad. La gente tiene que saber que yo tomaré ciertas decisiones porque soy el jefe. Es importante la transparencia en el liderazgo. Hay quien cree que el hecho de que la gente sepa cómo te sientes te hace más débil. Para mí, ayuda a construir relaciones y, si creo que es bueno que estemos conectados, inspirados y apoyados, es mi responsabilidad como jefe ser parte de eso. Eso determinará cómo hablo a la gente, cómo me implico cuando hay conflictos. Tiene que ver con cómo asignamos las tareas. Si la gente pide mayor equilibrio, debes respetar sus vidas personales y no escribirles mensajes por la noche en fin de semana. Si trabajas en Wall Street, aceptas el hecho de que trabajarás los fines de semana. En la academia, por ejemplo, es diferente. Pero debe haber claridad.

viernes, 28 de marzo de 2014

INFORME DE LA AGENCIA DE DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UNIÓN EUROPEA



Derechos de las mujeres europeas

Una de cada tres europeas de entre 18 y 74 años de edad ha sufrido violencia física o sexual desde los 15 años. Este es uno de los datos que aparece en el estudio europeo que publica la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y que aparecen en un post de la asociación Generando igualdad, asociación que ha recibido un reconocimiento institucional en el día internacional por la eliminación de la violencia contra la mujer, por haber promovido talleres de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género
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jueves, 7 de junio de 2012

CICLO DE LA VIOLENCIA
Una vez que la violencia se mantiene en la pareja se da un ciclo que la sostiene, que involucra a ambos y que comprende 5 fases

Fase 1. Aparente calma
Aunque exista en apariencia una “calma” se da una serie de conductas donde la mujer se siente atemorizada, con la angustia de que pareja se vuelva a enojar.

Fase 2. Acumulación de tensión.
La tensión es el resultado del aumento de conflictos en la pareja. El agresor es hostil, aunque aún no lo demuestra con violencia física, y la víctima trata de calmar la situación y evita hacer aquello que cree que disgusta a su pareja, pensando que puede evitar la futura agresión. Estafase se puede dilatar durante varios años.

Fase 3. Explosión violenta.
Es el resultado de la tensión acumulada en la fase 1. Poco a poco las peleas y roces aumentan, se pierde la comunicación, la tensión aumenta y es tan insoportable que surge el episodio violento. El agresor ejerce la violencia en su sentido amplio, a través de agresiones verbales, psicológicas, físicas y/o sexuales. Es en esta fase cuando se suelen denunciar las agresiones ose solicita ayuda, ya que se produce en la víctima lo que se conoce como “crisis emergente”.

Fase 4. Arrepentimiento.
Durante esta etapa la tensión y la violencia desaparecen y el hombre se muestra arrepentido por lo que ha hecho, colmando a la víctima de promesas de cambio. A menudo la víctima concede al agresor otra oportunidad, creyendo firmemente en sus promesas. Esta fase hace más difícil que la mujer trate de poner fin a su situación ya que, incluso sabiendo que las agresiones pueden repetirse, en este momento ve la mejor cara de su agresor, lo que alimenta su esperanza de que ella le puede cambiar.

Fase 5. Reconciliación
Esta fase se ha venido a llamar también de “luna de miel”, porque el hombre se muestra amable y cariñoso, aparentando el regreso a la relación de afectividad. La agredida, que generalmente ama a su pareja, quiere creer en todas las promesas de cambio y así se vuelven a reconciliar pasando por un tiempo de enamoramiento y atenciones, muy rico para los dos. En este período se llevan mejor, pero lentamente al volver a relacionarse como es su costumbre, comienza nuevamente los roces, las peleas y la tensión vuelven a aumentar, para llegar nuevamente a un episodio violento y otra luna de miel, y así nueva mente. Esta etapa del ciclo de la violencia es lo que mantiene a ambos integrantes de la pareja en la relación, esperando los espacios de "luna de miel". El ciclo se repetirá varias veces y, poco apoco, la luna de miel se irá haciendo más corta y las agresiones cada vez más violentas.
Fuente: cedeal.org